viernes, 18 de noviembre de 2011

Por que peleamos si nos amamos?

Queridos Novios y Novias: Les quiero compartir esta genial nota de  Katherine Hogg, excelente psicóloga que nos habla de las peleas que a veces se dan en el matrimonio y como resolverlas de una manera sabia.



El matrimonio viene a ser un complemento para la persona. No obstante, el mismo pasa por diversas etapas y retos, es especial porque no todo es dulzura y esplendor; frecuentemente es la revelación de la otra cara de la naturaleza de su cónyuge. Lo que puede haber permanecido oculto en la personalidad, va a brotar ahora a la luz, y eso puede poner a prueba el compromiso de amor. Es en este momento donde surgen los conflictos a raíz de las diferencias existentes entre los miembros de la pareja. 



Por lo tanto, es muy importante aprender a confrontar los conflictos en el matrimonio. La confrontación es el medio más directo y sano de resolver diferencias. Confrontar significa prontitud, interés y reconciliación. Se debe tener muy presente que el secreto de una buena confrontación no es ganar la batalla, sino ganar a la persona, por ello no deben haber componentes de hostilidad ni dolor, sino más bien debe ser un camino hacia el perdón. Considerar que siempre hay que ganar cada discusión, decir la última palabra, o salirse siempre con la suya, es una forma errónea de pensar y actuar, ya que con esta actitud se está minimizando el valor y el respeto que merece y posee la pareja.

Las discusiones y desacuerdos en el matrimonio son propios de una relación, y existirán mientras ésta perdure, ya que la pareja está compuesta por dos seres totalmente imperfectos, con formas de pensar, sentir y actuar diferentes. Estas diferencias se originan no sólo de la forma en que los hombres y mujeres perciben el mundo que les rodea, sino también a que cada uno proviene de familias con dinámicas de interacción muy distintas.

Discutir correctamente, puede ser un valor siempre y cuando no se excluya un diálogo respetuoso, inteligente y mutuamente enriquecedor; por consiguiente en una discusión no debe existir la humillación, la deshonra, los insultos, los golpes, la manipulación a través del sexo, las burlas, ni las amenazas.

Hay que recordar que discutir no significa pelear. Una discusión sabia busca el acuerdo a través de la exposición respetuosa de los puntos de vista, a veces disonantes, de la pareja. El discutir, no quiere decir que se tenga que dañar la percepción de cariño y afecto que existe entre los cónyuges.

Es muy importante señalar que marido y mujer pueden enfrentar sanamente los desacuerdos y las tensiones que surgen cuando las necesidades e impulsos de ambos no concuerdan. Para lograrlo se le recomienda a las parejas centrarse en el problema, no saltar de un tema a otro, porque se mezclan sensaciones pasadas. También se debe evitar adoptar una actitud de mártir, esta situación se da cuando uno de los cónyuges recuerda al otro los desvelos, detalles y renuncias, pretendiendo que le dé la razón a cambio de “lo mucho” que le debe.

Toda discusión debe quedar en buenos términos para ambos cónyuges, sin vencedor ni vencido, por lo tanto es muy importante no asumir una posición de ataque, la discusión siempre debe mantenerse en el terreno impersonal, no atacando al cónyuge con recriminaciones duras o haciendo referencia a la apariencia del otro o a los defectos reales o imaginarios que posee.

Finalmente, el paso más importante para poder sobrellevar una relación entre personas completamente diferentes, es aprender a perdonar. Perdonar no es inventar un sentimiento místico. Aún cuando se decide perdonar, el dolor de la afrenta puede tomar tiempo para ser sanado; porque perdón no es sinónimo de amnesia, pero sí permite alejar los recuerdos negativos, del presente.


fuente:enfoquealafamilia.com


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tiempo en Familia



Es primordial tener tiempo de calidad como pareja y no dejarse llevar por los quehaceres diarios, les comparto estos importantes tips que encontre:

  • Aparten tiempo al menos una vez por semana, para compartir, conversar.
  • Mantengan una actitud positiva. Hablen, hagan bromas.
  • Las peleas  y los desacuerdos pueden ser inevitables, pero el enojo y el resentimiento es evitable. No deje que pase un solo día sin haber recurrido a la reconciliación y al perdón.
  • Comparta sus necesidades. La falta de comunicación nos lleva a expectativas no realizadas.
  • Guarde los desacuerdos y contradicciones hasta llegar a casa. No lo haga en público.
  • La pareja debe apoyarse cuando uno de los dos establece límites a los hijos. No permitan que los hijos vean el desacuerdo entre los padres en cuanto a su educación y disciplina. Para esto, hablen con antelación y lleguen a consensos.
  • Halague a su cónyuge con regularidad.
  • Reconozca que su pareja es un complemento, pero que también tiene defectos y limitantes como cualquier ser humano.
  • Las expresiones de cariño y amor son necesarias para la pareja y los hijos.
  • El matrimonio es de dos, la casa y los hijos también, por lo que debería ser responsabilidad de los dos mantenerlos y cuidarlos, como un equipo de trabajo.
  • Realicen proyectos en común. 
  • Respete la individualidad del cónyuge y de sus hijos. 

Fuente: www.enfoquealafamilia.com Laura Álvarez

sábado, 27 de agosto de 2011

Creciendo como uno solo


Les comparto esta nota para tomar en cuenta sobre los primeros años de matrimonio, para todas mis novias y novios :D


Lleva trabajo crecer como uno solo, pero la recompensa vale la pena.
Por Mitch Temple  
Traducido por Jimmy Hernández, editado por Guiselle Jiménez.

Lleva trabajo crecer como uno solo. Han pasado dos años después de que Sara y Felipe se casaron…Una mañana, Sara encuentra la siguiente nota que fue dejada sobre la mesa de la cocina: "Sara, sé que dijiste que querías pasar tiempo conmigo.  Estoy de acuerdo que nos hemos venido separando últimamente. Creo que necesitamos pasar más tiempo juntos, y sé que has estado tratando de relajarte las últimas noches. Bien, se te cumplió tu deseo. Mi jefe llamó y me dijo que tengo que trabajar esta noche.” 

"Por cierto, ¿te importaría buscar mi uniforme para jugar fútbol cuando regreses a casa? Tengo un partido mañana. Ah, y antes de que me olvide, mañana en la noche los muchachos vendrán a casa a ver el juego de basketball. No te importa, ¿verdad? Y algo más: Salgo en viaje de negocios hacia San Diego el lunes. Estaré fuera el resto de la semana." 

Si Sara es como la mayoría de las esposas, estaría pensando, ¿Cómo es posible que este tonto crea que nos vamos a acercar si se va siempre o tiene a alguien más?

Ella está en lo correcto; las relaciones saludables no sólo evolucionan, se nutren.
La unidad: haciendo que funcione
Si se encuentra a sí mismo luchando contra los retos de la unidad, he aquí algunas sugerencias sencillas.
  • Cambie su forma de pensar. Usted todavía es un individuo. Pero al casarse dejó a padre y a madre para unirse a su cónyuge. Eso significa hacer cambios en su pensamiento así como su comportamiento (usted no actúa como una persona soltera ya más). Cambiar la forma de pensar puede cambiar su forma de sentir. Empiece a pensar como una persona casada, y probablemente empezará a sentirse como tal.
  • Edúquese a usted mismo sobre la unidad en el matrimonio. Lea pasajes de la Biblia o literatura que recalquen la importancia de crecer como uno solo y de en unidad. Hágalos suyos en una forma personalizada al insertar su nombre y el nombre de su cónyuge. Medite para identificar cualquier actitud o acciones que se interpongan en el crecimiento como uno solo. Deje de enfocarse en los errores de su compañero(a), y comience a trabajar en la unidad cambiando usted mismo.
  • Aprenda de otros. Pregúntele a parejas que usted conozca y que tengan matrimonios fuertes, cómo pasaron de ser independientes a la interdependencia. ¿Qué perspectivas o pensamientos y hábitos adoptaron que funcionaron para ellos?

Veamos brevemente la historia de Guillermo y a Ruth:
Guillermo era independiente, como también lo era Ruth. Durante los primeros tres años de matrimonio las cosas fueron tan tambaleantes que ambos pensaron habían cometido un error al casarse. Desarrollaron intereses por su lado, y amistades, pasaron poco tiempo juntos, se separaron, y hasta llegaron a considerar divorciarse. Pero gracias a su formación en la iglesia y al apoyo de consejeros, sintieron que debían permanecer juntos. 

Las cosas cambiaron en su tercer aniversario. Hicieron un pacto el uno con el otro. Sin importar lo que sucediera, iban a aprender como conectarse y desarrollar intimidad. Empezaron estudiando literatura y material para fortalecer la relación juntos, y asistieron a cuanta conferencia sobre matrimonios pudieran encontrar. Lograron hacer del tiempo juntos un entretenimiento (hobby); donde veías a uno, podías ver al otro. Por los siguientes 20 años tuvieron por lo menos una cita a la semana. 

Recientemente Guillermo y Ruth fueron a un retiro matrimonial, donde fueron elegidos como la Pareja de Mayor Dedicación. Su cambio de estar por su cuenta a estar en unidad, no sucedió de repente. Ellos intencionalmente se acercaron y se pegaron el uno al otro con aquel pacto. 

Por lo tanto, es importante mencionar que ellos probablemente le dirán que la intimidad intencional es una inversión que siempre paga sus réditos, y estarían en lo correcto.

Fuente: Focus on the Family's Complete Guide to the First Five Years of Marriage

viernes, 26 de agosto de 2011

Sesión - Bodas de Oro - Familia Gonzales - Camarco

El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti.
Pablo Neruda







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martes, 23 de agosto de 2011

Matrimonio Katherine & Marco


Un día muy especial que pude compartir con ellos desde muy temprano en el hotel El Libertador de Arequipa, ellos empezaron su sesión privada antes de casarse en el Convento de Santa Catalina y despues se dirigieron a La Quinta Lafont para la ceremonia del matrimonio y la recepción.







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